La primera excursión del año. Invernal. El Besiberri Sur: todo un éxito. A ver si el año sigue así ...

Un día de invierno casi primaveral y con un poco de viento Néstor quiso enseñarles a sus primos "su isla" situada en la Costa Brava en el camino de ronda de Platja d'Aro a Sant Antoni de Calonge.

El Taga es un pico excelente para no perder la forma durante el invierno, saborear algo la nieve y realizar mediciones altimétricas.

Después de haberlo hablado muchas veces voy con mi hermano Quique a Nuria y aprovechamos la ocasión para analizar los diferentes tipos de gente que hoy van a la montaña al ser un trayecto de lo más concurrido.

Y en el verano cae el Russell ... otro tres mil al bolsillo ...

Es un mes de agosto el de este año realmente pasado por agua. Para colmo, en una aproximación por el valle de Remuñe, nos encontramos un torrente muy difícil de franquear. Varios componentes del grupo acaban con los pies en el agua a pesar de que la voz de la experiencia les advierte que les será mejor cruzarlo descalzos.

El Montardo es un pico que lo tengo cruzado. Le llevo, creo, cuatro intentos fallidos. Esta vez no pudimos pasar del refugio porque amaneció lloviendo.

Fotos de finales de agosto. Últimamente veraneo en la "tierra de las brujas" aunque aún no he llegado a ver ninguna volando con su escoba ... o casi ...

Sin duda ninguna una de las mejores celebraciones del día de mi santo que es el 29 de septiembre. Hago un vivac en la misma cumbre del Bessiberri Nord. Casi diría que es el tresmil catalán con la vía normal más difícil.

En el Centre Excursionista de Banyoles se está fraguando un grupo muy majo ... es la colla de las excursiones de "pa xucat en oli" ... Lo forman los padres y madres con sus respectivos hijos que suelen tener una edad entre los 4 y 12 años. En esta ocasión subimos a Sant Julià del Mont en la Garrotxa.

Y ya para terminar el año casi nos vamos tres amigos de siempre a estirar un poco las piernas con los del Centre Excursionista de Olot cerca de los límites de la provincia de Girona.

Una de las últimas excursiones fue subir al Bassegoda con los niños. Resulta que tenía que andar una horita a una ermita y acabo, como siempre, subiendo a toda una montaña. Para animar al personal tiene una cresta cimera con algún paso en los que hay que usar los cinco sentidos. Los niños se quedaron de piedra cuando apareció el mismísimo papa Noel.